Una verdadera intervención terapéutica requiere asegurar que los factores responsables de la aparición y el mantenimiento de la sintomatología desaparecen y se sustituyen por otros más sanos. El cambio personal aparece como imprescindible en un tratamiento ambicioso, en un tratamiento que busca una recuperación estable y duradera.
Y recuerde, en caso de ser necesaria medicación, sólo el psiquiatra podrá prescribirla.